sábado, 20 de marzo de 2010

La noria sin final...

Después de mucho tiempo sin frecuentar estos lares, me he decidido a volver a escribir por aquí.
En todo este tiempo no ha pasado nada particular en la vida de la ponente: hubo exámenes con diversos resultados más o menos favorables, y el comienzo del nuevo cuatrimestre, más penoso en cuanto a interés de las asignaturas si cabe, que el anterior.

En estos momentos, en los que no pasa nada especial, sólo es tiempo de pensar.
Pensar en el futuro, en lo que está pasando, ha pasado o en lo que pasará.

El comienzo de la primavera, es un periodo de renovación al menos en el plano de la naturaleza que nos rodea. Por lo que, como animales que somos, también buscamos la regeneración en nuestro interior de una forma similar. Aunque esto quede en vano intento.

Empieza a carcomer en mi cabeza la idea de siempre, la de abandonarlo todo ya. Comenzar algo nuevo ¿pero qué? ¿y en dónde? Esto cada día parece más pequeño, o nos hace empequeñecer.

Con el fantasma de los exámenes tan cerca tampoco se puede pensar fríamente en nada. Con este, serían tres años ¿perdidos? ¡Quién sabe!

Me queda el consuelo de toda esa gente que he conocido en ese camino, los que siguen ahí y los que estuvieron en una parte de él, y los que espero, comiencen a estarlo alguna vez.

Y en el principio está el fin y viceversa, porque esto es una noria que no podrá parar jamás.