miércoles, 30 de diciembre de 2009

Nada volvió a ser como antes...

Tras un fin de semana tranquilo, después de las psicoterapias nocturnas de propios y extraños, ser la encargada de traer un halo de ilusión, de felicidad y un cofre lleno de caramelos para los niños de esta aldea medieval y el reencuentro tan bien allegado con amistades pasadas, llega el momento de algo diferente. ¿Más productivo? No lo sé, pero al menos será nuevo. Hablo del 2010.

Pero antes de hablar de lo nuevo, quiero poner sobre la mesa lo que siempre ha estado presente, y que hay que agradecer de alguna manera, yo hoy lo haré con este escrito.

Igual nunca nos hemos dado cuenta, pero las personas importantes, incluso antes de que formaran parte de nuestra vida, ya estaban vinculados a nuestro ámbito de alguna manera. Como ocurrió con ella.

En aquel pequeño lugar todos sabíamos qué pasaba en cada momento, qué nuevo acontecimiento había sucedido, por pequeños que fuéramos. Yo sólo tenía 8 años cuando entró alguien nuevo al colegio. En este caso era una chica. Era un año mayor que yo y por ello iba un curso adelantada. Nos conocíamos de vista pero nunca hubo una relación más allá del ola y adiós protocolarios entre nosotras hasta aquel momento. El momento en el que abandoné el colegio de monjas y la vida tan “correcta” y fui directa a la educación pública en busca de nuevas emociones de todo tipo.

Allí estaba ella, ya en segundo curso. Estábamos haciendo el mismo bachiller, el de Ciencias Sociales. Nos conocimos más a fondo, fuera de las aulas, dónde conocí a tanta gente en aquellos dos años, que sino hubiera tenido tanta fortuna como tuve, podrían haber llegado a ser hasta 4.

Nos conocimos en el Trébol, nuestro santuario. Pasábamos más horas allí que en el instituto. Oliendo a fritanga, degustando las tortillas de Wendy, jugando al mus y viendo la vida pasar sin provecho alguno. De allí sólo sacamos alguna amistad, menos dinero en nuestro bolsillo, más asignaturas suspensas en el carro, y una acumulación de faltas de asistencia tal, que me costó mi expulsión del centro hasta en dos ocasiones.

Todos los que nos congregábamos allí éramos iguales. Casi todo mujeres. Veníamos del mismo colegio o de colegios de la misma índole de otras localidades vecinas. Yo era la más joven de todos ellos. Cada uno tenía algo especial, pero ella, era especial por todos los lugares por donde la miraras. Totalmente diferente.

Destellaba buenas acciones por todos los poros de su cuerpo. Buenas acciones y manga, y anime, y millones de cosas más de ese tipo. Nunca había visto a una persona así, con buenas intenciones para todo el mundo, tan sensible, tan sincera...

Después de tantos años en los cuales habíamos sido mutuamente indiferentes, creamos un gran vínculo de amistad que todavía perdura 5 años después y seguirá perdurando mucho tiempo.

Llegó el momento de los exámenes de mayo y junio, después de todas las que tenía sólo me quedé con una asignatura pendiente para el año siguiente. Un milagro vamos. Fui la que más suerte tuvo de todo el grupo. Ellos, que la mayoría iban a segundo, repitieron curso, lo que me dio la oportunidad de conocerles más a fondo ya que íbamos a ir a la misma clase.

Aquel curso, el del 2006-2007, fue de los mejores que nunca tuve. Gran añoranza me embarga al hablar del bachillerato. No hacer lo que debía en su momento, me trajo consecuencias, más o menos fatales después, como no poder entrar en la licenciatura que deseaba en ese momento y pasarme haciendo nada más que un acto de presencia intermitente a lo largo de un año completo por clase. Pero, aún así, no me arrepiento de nada. Sé que volvería a hacerlo de nuevo, aunque fuera sólo por conocer y tratar más a fondo con aquella gente.

Después escogimos caminos diferentes. Pero seguidos tan unidas como cuando nos sentábamos mesa con mesa en las interminables horas de economía con Javi, aquel incesable cotilla hasta la saciedad de nuestras vidas.

Hablamos todos los días. Nuestras conversaciones se hacen más y más interesantes y etéreas con el paso del tiempo algo que es difícil de conseguir con otras personas, pero contigo no.

Por todos estos momentos vividos y los que nos quedan, gracias.

Gracias por siempre haber estado ahí. Por haberme hecho pensar antes de actuar.

Espero que yo haya hecho tanto por ti, como tú lo has hecho por mi en este tiempo.

El jueves nos veremos por fin y saldremos a celebrar el nuevo año y a despedir el que se va cómo se merecen.

¡Un beso mi Cosa Bonita! !Eres inigualable!

Ai Shiteru! (Para que veas que aprendo algo de japonés)

Aquí va una canción que se que te gusta mucho, y a mi también.

Something takes a part of me

something lost and never seen.

Everything I start to believe,

somethings raped and taken from me...



jueves, 24 de diciembre de 2009

Volvió la pesadilla, otra vez más...

Ya están aquí, ya llegaron las navidades.
Siento decirlo, pero creo que las navidades son el periodo estacional más odiado por mi.

Y no sólo por mi. Cada día que pasa descubro que somos más los que las odiamos.
No tienen nada bueno. Dejan de tener cosas positivas a medida que cumples años.
Cuando eras pequeño, estabas a la espera de los regalos del Olentzero y Reyes y tenías unas valiosas semanas para disfrutarlos. Ahora, con 20 años, ni regalos, ni tiempo para disfrutar de no tener que asistir a clase tienes. Demasiadas obligaciones,demasiadas cosas que hacer en ese tiempo. Y al final, esas semanas, son un simple trámite hasta enfilar por la puerta del matadero de los exámenes.

En Navidad has de estudiar, que las ganas que tendrás serán pocas, pero algo hay que hacer, sino te sientes mal contigo mismo. Hablo de mi caso, hay gente que no se siente mal ni jodiendo a los demás, asique cómo se va a sentir mal por no estudiar.

La verdad sea dicha, es muy gratificante putear a la gente que te ha puteado, por lo que no sufro remordimiento alguno, sino un placer insaciable e impagable. No es tan gratificante el estudiar en vacaciones, creo que es una obligación que tenemos los estudiantes. No me pagan por ello, pero mis padres les pagan para ello, para que supuestamente me enseñen algo, aunque sea que me demuestren la incompetencia humana desde un plano más cercano.

También tienes que visitar a la familia, que te puede caer mejor o peor, pero como no se elige con el nacimiento, a joderse y aguantarse. Aguantar las maratonianas cenas llenas de comida con grasas y azúcar. Sobretodo azúcar. El otro día estuve viendo a una amable señora en el Canal Cocina que hacía todo tipo de dulces navideños, y sinceramente, se me han quitado las ganas de comerlos de por vida. No por como los hacía o por su limpieza, que era de lo más pulcra, ya que cada 20 segundos se disponía a limpiar lo que podría haber llegado a manchar, sino por la cantidad de azúcar y almendras de todos sus preparados. Para los mazapanes, 2 kg de azúcar y 2 kg de almendra molida, y demás ingredientes. Matadme por favor. Sólo de pensar que hay gente que es capaz de comer más de dos de esos seguidos, me dan escalofríos.

Llegan los días en los que todo el mundo esta ocupadísimo, menos tú. Ves pasar el tiempo delante de ti sin saber qué hacer de provecho con él. Todo el mundo queda en vacaciones, menos tus amigos. Tus amigos son las personas más ocupadas y con más familia de todo el planeta, o esa es la sensación que da al menos, poque no les verás ni por equivocación a lo largo de todo el periodo vacacional.

Y tus pseudoamistades, mejor dicho, conocidos de vista más que otra cosa, comienzan a felicitarte las fiestas 2 días antes de nochebuena. No me gustan las fiestas, así que no me felicites. No me hablo contigo, así que, no me felicites. No me vengas dando dos besos y unos abrazos, porque en todo el año, no lo has hecho, ni me miras a la cara, así que no me felicites. No puedo con la falsedad coagulada de las navidades. Esto es lo que deberíamos decirles, pero nos tacharían de bordes y poco condescendientes con los deseos de la “mayoría” que nos rodea.

Claro que hay gente con la que tienes poca relación en este momento, peor os ha unido algo fuerte en un pasado, y no os ha pasado nada entre vosotros, sólo el tiempo. Entonces puede que no vaya con mala intención todo esto. O con los que no tienes una gran relación porque no ha terciado el momento: compañeros de clase, amigos de amigos...etc. De estos tampoco hay porqué desconfiar de primeras, si no ha habido un antecedente oscuro en nuestra relación. Igual lo único que quieren es intensificar la relación que nos une y aprovechan para ello un momento de mayor sociabilidad como son las fiestas navideñas, con todo ese alcohol y azúcar en vena.

Pero todos estos buenos augurios para el prójimo se intensifican sobretodo en nochevieja.
“Pasa buena noche, y feliz año”. Esta es la frase que escucharemos hasta la saciedad en nochevieja. Salgamos por dónde salgamos. Nos conozcan, o no. Pero, no nos engañemos, al 80% de la gente a la que le decimos esa coletilla al final de nuestras microconversaciones de borrachuzos indecentes en la puerta de algún antro lleno de gente descontrolada con ganas de desfasar en todo tipo de sentidos posibles y que piensa que lo que ocurre en nochevieja no se le va a recordar en todo el nuevo año, nos cae mal o les desearíamos todo lo peor que existe en el mundo. Por lo que, si os dicen esa coletilla y no tenéis una buena relación con esa persona, desconfiad que no os quieren nada bien.

martes, 22 de diciembre de 2009

El que ríe el último, ríe el mejor...!

Hace poco recuperé una de mis grandes pasiones que tenía olvidada por vagancia y por el poco tiempo del que dispongo para mis hobbies.

El fútbol.

Desconozco porqué, pero este deporte siempre ha despertado en mi un gran sentimiento, una gran pasión, que tengo arraigado desde niña. No es por la influencia de mi familia, como sería lo más normal, ya que tanto mi padre como mi madre y los demás, lo detestan.
Todos sabemos que forma parte del opio del pueblo, pero la religión también lo es y nadie dice nada en su contra ¿o si?.

Siempre que he podido he jugado al fútbol, y lo he visto. De hecho, de regalo de navidad hace unos 5 años, el Olentzero me trajo el Digital + (y lo ha pagado religiosamente mensualmente desde entonces) para poder ver todos los partidos de mi equipo preferido en casa, sin problemas de espacio o de aguantar a viejos borrachos en cualquier tugurio.
Mi equipo preferido, no era el de toda la gente que me rodeaba, no era el mítico Athletic no, aunque tampoco me disgustan, creo que tienen gran mérito de hacer todo lo que hacen con cuatro chavales sacados de Ibaigane, y el apoyo por eso. Pero, yo soy aficionada del Fútbol Club Barcelona. Es admirable que con la base de una gran cantera,(y unos cuantos millones bien invertidos, no como en otros clubs), hayan hecho un equipo que ha ganado 6 competiciones en este año.

No sé quién pronunció esta frase, pero yo le doy toda la razón: “La vida es de los valientes”.
Esto lo ha podido demostrar el Fútbol Club Barcelona y sobretodo, Pep Guardiola y Lionel Messi.

Hace no más de un año, nadie daba un duro por el Barça, por la mala situación que estaba pasando, ni por su presidente Joan Laporta. He sido de las pocas personas que se mantuvo fieles a él, y a la espera de que trajera algo nuevo, ya q ue aparte de por su forma de gobernar la entidad, me gustan sus ideas políticas y su forma de promulgarlas. Él trajo algo, nuevo en parte, ya que se trataba de un hombre de la casa, Pep Guardiola, como entrenador del primer equipo. Alguien que me encantaba en mi niñez.

En esos momentos, Guardiola se encontraba de entrenador en el Barça B. Casi siempre expulsado por sus impulsivas reacciones cuando sentía o consideraba que algo de lo que ocurría no era justo o correcto. Le entiendo. Pero al principio, no le veía mucho en el papel de entrenador del primer equipo ya que si iba a estar más expulsado él que los jugadores, pues no tenía mucho sentido aquello.

Afortunadamente me confundí. Guardiola guardó toda la ira que pudiera tener y la descargó en el último momento, el sábado en Abu Dhali tras ganar el Mundial de Clubes, el último trofeo que podía ganar este año, el primero en el que estaba sentado en el banquillo catalán.

Leo Messi, por su parte, también ha sido protagonista de cerca de este nuevo pedazo escrito en la historia futbolística mundial. Por eso, hoy le han dado el merecido Fifa World Player, que anteriormente regentaba Cristiano Ronaldo, el que para mi ha sido el gran fiasco del Real Madrid esta temporada. Fiasco, igual es algo exagerado,pero caro un rato ya ha salido para lo que está haciendo. Creo, que ya es hora que se lleve una conmemoración alguien como Messi, que lo merece, lo trabaja y se lleva sacrificando durante mucho tiempo, ya que ahora será rico pero, no todo ha sido un camino de rosas en su vida.

A los once años fue rechazado en el River Plate pese a que deslumbró a los técnicos, ya que se le detectó una enfermedad hormonal que afectaba su crecimiento y cuyo tratamiento costaba 900 dólares mensuales por tres años. Durante un año y medio, la obra social de la empresa en la que su padre trabajaba ayudó a solventar los gastos, aunque luego el panorama económico se complicó. Fue entonces cuando Jorge Messi habló con unos parientes que vivían en Lleida y decidió marcharse a Barcelona para ganar más dinero.

Con trece años, Lionel Messi fue a probarse al FC Barcelona, bajo la mirada de Carles Rexach. Allí generó una gran impresión jugando con niños dos años mayores que él, a pesar de sus problemas de crecimiento y la importante diferencia física que a esa edad esto supone. El club catalán se ofreció entonces a pagar los costosos tratamientos a base de hormonas de crecimiento.

Para que luego algunos cuestionen que la entidad del Fútbol Club Barcelona no es más que un club. Porque aparte del fútbol, aunque mucha gente lo desconozca, tienen equipos en diferentes estratos del deporte: en el baloncesto, balonmano, hockey (hielo e hierba), fútbol sala, atletismo, béisbol, rugby, ciclismo, voleibol, patinaje artístico y baloncesto para personas en silla de ruedas.

No tengo mucho más que decir, sólo que felicidades a todos los que han ganado, porque lo han merecido. Y a los que no ganan, sólo decir, “el que se pica, ajos come” y, lo más importante, “el que ríe el último, ríe el mejor”.

sábado, 19 de diciembre de 2009

La marea me dejó, la piel cuarteada, la miel en los labios, y las piernas enterradas...

Ya estamos de vacaciones.

Bajo el manto blanco quedan los tediosos últimos días lectivos de diciembre, repletos de molestos e interminables trabajos, que creo que he terminado viva después de esa batalla gracias a lo poco proclive que soy al descanso nocturno.

Cada día tengo más claro que todo es un negocio y una mentira. Me gusta más lo que hago, lo que estudio, lo que soy. Pero, siento que a mi juicio, aumentan exponenciamente las cosas, personas, actitudes que sobran en este ámbito, en este entorno y en la sociedad en general.

Me ha llegado este video a través de un evento de Tuenti, parece ser que no todos esos eventos son del tipo del “¿Quieres saber quiénes han sido las últimas 17 personas en visitar tu perfil? O el ¿Quieres cambiar el color del fondo y la interfaz de tu Tuenti? ” (Interfaz, no saben ni qué palabra es los que escriben esos eventos, pero básicamente es lo que quieren decirte).

Estamos estudiando periodismo. Todos sabemos que tendremos que sufrir situaciones peliagudas en nuestras vidas, sobretodo el que se decline hacía el periodismo de investigación o la corresponsalía de guerra. Algo en lo que he estado y estoy bastante interesada y es el principio del porqué elegir estudiar lo que estudio ahora.

Pero, en el hipotético caso de que estuviera en juego la vida de una niña o el mejor premio de nuestra vida por una foto, ¿qué nos inclinaríamos a hacer?. ¿Salvaríamos la vida de la pequeña? ¿O haríamos la mejor foto vista en el mundo conocido? Este es uno de los debates a los que nos puede llevar el visionado del video que dejo a continuación.

Este caso concreto, no sé si es cierto no, pero puede extrapolarse a cualquier ámbito de los medios de ¿comunicación?.

¿Qué pesa más?

¿La ética o la estética?

¿La vida o el fracaso?

¿La muerte o el éxito?


Acabo de descubrir el nombre de la directora del corto y el origen del mismo.

One hundredth of a second (una centésima de segundo) es un mini film de poco más de cinco minutos rodado en las afueras de Londres, dirigido por Susan Jacobson, finalista del Manhattan Short Festival del año 2007. El cortometraje está inspirado en el libro The Bang-Bang Club y pretende poner en tela de juicio el trabajo de los reporteros de guerra.

Es comprensible la actuación de la fotógrafa, después de lo dicho por la reconocida fotógrafa mejicana Graciela Iturbide. “El fotógrafo se considera a si mismo un espectador de excepción pero, no alguien que intervenga en escena, el objetivo de una cámara es una potentísima barrera psicológica que parece distanciarles de lo que esta sucediendo.”

Me parece algo triste esta opinión, ya que ¿para qué vas a sacar fotografías a cosas, personas, sentimientos, aflicciones que importan una mierda? Personas como Graciela Iturbide o la protagonista del corto, a mi modo de ver sobran, en este mundo, y en ámbito de la pseudocomunicación. El problema es que no hay manera de que desaparezcan. Los que desaparecen son los que intentan hacer del mundo algo mejor para todos, y no únicamente para su bolsillo o para sí mismos.

Hay que promulgar la actuación, en vez de la observación impasible de los hechos o la indiferencia. La indiferencia hacia nuestro entorno ( y hacia nosotros mismos) es uno de los mayores cánceres de esta sociedad.

A este pobre hombre, sin embargo, le amedrentaron por no sacar del hambre y la pobreza y por no salvar a una niña que iba a ser devorada por los buitres, cuando en realidad sólo se encontraba cagando. No hay nada reprochable en su actuación, sólo esperó la oportunidad perfecta para sacar una buena foto. Y los verdaderos pobres (de mente), los de occidente, le dieron un Pulitzer por una foto de una niña negra cagando en un descampado con un buitre mirando la escena de cerca y esperando su banquete. Una buena cagada la de los que entregan en Pulitzer también, se sentirían mal de dar un premio por eso.

Aunque después de que le den un nobel de la paz a Obama por nada, ¿por qué no se iba a merecer Kevin Carter un Pulitzer por una mierda bien echada? A unos tanto, y a otros tan poco, así es el negocio. Aquí algo más de información sobre Kevin Carter.



lunes, 14 de diciembre de 2009

La caravana comenzó a rodar...sin mirar atrás!

En el blanco día que hemos tenido hoy, he tenido tiempo de recordar épocas anteriores, que casi siempre nos parecen mejor que las presentes, y esperamos que sean peores que las venideras.

He estado recordando el momento de mi vida cuándo decidí que quería escribir, quería ser periodista, porque quería decir la verdad en todo momneto a todo el mundo y realizar una crónica que fuera un reflejo de la verdadera realidad que se viviera en cada momento.

Para esto comencé a leer los grandes clásicos de la filosofía, poesía y el teatro. Me parecía una gran manera de culturizarme y animarme a describir un acontecimiento de una manera diferente y no tan directa como "estamos acostumbrados".

Llegó a tal extremo mi inspiración y ganas de expresar lo que sentía en cada momento, que acabé escribiendo yo misma de una manera lírica lo que pensaba sobre lo que acontecía a mi alrededor.

Aquí está un ejemplo de aquel amago de escritura que tuve en aquellos tiernos 16 años.

Aviso: Puede parece algo escrito recientemente, ya que las circustancias son muy parecidas y no diste mucho de ellas, pero está escrito en marzo de 2006.

Veo...

Un cielo ensangrentado.

Un difuso horizonte.

Un nacimiento de un sol.

Una muerte de una luna.

Eso es …

Todo lo que no hubo de ocurrir.

Todo lo que ha ocurrido.

Todo lo que no ocurrió.

Eso es …

El nacimiento

El comienzo del fin

El fin del comienzo

El …

… no saber qué hacer.

… no obtener respuesta.

… dudar.

… cansancio.

… aborrecimiento.

Las …

… malas caras.

… malas acciones .

… malas caricias.

… no preguntas.

… no contestaciones.

… no respuestas.

Eso es …

… nuestro sentimiento.

Pareces inerte

Pero eres un ser demasiado vivo.

Eres difícil de entender …

… comprender …

… obtener …

… en un razonamiento básico.

También es complicado no odiarte …

… quererte …

… desearte …

… todo esto envuelto y sin interrupciones.

Quiero que te entiendas,

que me perdones,

que nos aceptes.

Deja que tu corazón fluya y no tu cerebro.

-”¿Pensamientos?”

-“¡No gracias!”

-”¿Sentimientos?”

-“¡Todos los que quieras!”

Eso deberías decir.

Eso me gustaría a mí

Eso me haría feliz.









**La caravana comenzó a rodar sin mirar atrás**

viernes, 11 de diciembre de 2009

Todo lo esperado, al final llega...

El año pasado fue un año de nuevos conocimientos, nuevas amistades, nuevas personas en mi vida. Pero como siempre, inicialmente, unas personas irrumpieron con más fuerza que otras, en la pequeña república independiente de mi vida.

Conocí a mucha gente con la que estamos comenzando a profundizar nuestra relación ahora. Algo que me entristece que sea en este momento, y no entonces, pero más vale tarde que nunca decía el dicho y yo pienso lo mismo.

Nos conocimos por la política de intercambio de nombres y messengers que promulgué durante mi delegación de la clase desde el comienzo. No se trataba de hacernos amigos todos, simplemente de conocernos cordialmente, saludarnos, o sólo no torcer la cabeza cuando vemos a algún compañero de clase.

Comenzamos a hablar virtualmente, y yo sinceramente, no sabía ni quién era. Hasta que un buen día decidimos quedar en mi mesa, la que era como mi despacho ya que despachaba a todo el mundo el que necesitara mi ayuda para cualquier cuestión allí, y la conocía todo el mundo.

Tras la presentación en persona, seguimos hablando más y más. Después, conocí a alguien por grandes amistades compartidas, que en ese momento era de su entorno de clase y se llevaban genial. Eran muy “amigos”. Con el tiempo, nos hemos dado cuenta las dos de que nuestra definición de amistad no era compatible con la que “nuestro amigo” promulgaba y aún menos con la nueva existente en su haber.
Básicamente nos conocimos por él. Y él nos separó, al dejar de relacionarse con su grupo de amistades para virar el barco, y llevarlo a la deriva o a su encuentro contra un iceberg, como auguramos muchos, que no siendo sabios, sabemos de lo que hablamos, que ocurrirá en un futuro más próximo de lo que todos podríamos esperar o querer.

Este año comenzábamos algo nuevo. Sola en esta batalla al comienzo, ella (o mejor dicho, ellas), fueron mi apoyo físico y mental en aquellos momentos realmente difíciles. En los que había sacrificado un buen nuevo futuro sin ataduras del pasado, por aferrarme a un clavo roñoso que ya no ardía por muchos intentos que yo hiciera.

Decidí a qué aula acudir, con un juego de azar mientras estaba realizando la matrícula, en cuál iba a aposentarme todo el curso. Iba a ir por la tarde, eso era lo único que tenía claro, por desgracia. Con el tiempo se averigua que nada es básicamente bueno o malo, simplemente es diferente. Y en la diferencia, en la excentricidad, en mi opinión, radica la excelencia.

Ellas iban a la otra clase. La poca gente que conocía, estaba en ella. Fue algo desolador en el momento que me enteré aunque lo intuía. Por razones de vagancia, teníamos unas cuantas pendientes de primero, por lo que comenzamos a apegarnos, y a crear una amistad que se había estancado en una cordialidad amigable en el pasado.

Ninguna tiene mas de 4 cosas en común con la otra. Pero somos como un puzzle. Sabemos compenetrarnos bien. Y respetarnos. El respeto al otro es la base de cualquier tipo de relación con el prójimo.

Pekin Express me parece una oportunidad perfecta de conocer mundo, hacer una locura por así decirlo, ya que vas mas o menos de mochilero, pero sabiendo que no tendrás ningún problema con nada ni nadie porque, en el fondo, después de tanta “penuria”, es un programa de televisión.

El año pasado ya me dejaron plantada en el último momento. Cosas del directo y del coste de oportunidad de las “amistades”. Ahora entiendo como se pueden encontrar un novio o una novia cuando le dejan plantado en medio del altar el “día más importante de su vida”. Hombre, seamos sinceros, no me iba la vida en ello, aunque aquel acto en sí tenía mucha importancia. Tenía importancia el ir allí o por lo menos el de dirigirse a apuntarse a ello juntos y tuvo muchísima más importancia el momento del abandono.

Pero, este año, con ganas de limpiar las aguas estancadas y de quitarme la espina clavada, quería apuntarme. Ardua tarea fue la de encontrar un compañero, aunque, por fin, lo he encontrado.
Me he apuntado con ella, con Nerea. Con la que tuve un mismo comienzo y un distinto final. Tenemos muchísimas más cosas en común de las que se pueden apreciar a primera vista.

Por ti rubia. Gracias por estar en estos momentos, y en todos en los que has estado, más asiduamente desde finales del curso anterior. Gracias por venir al Pekin conmigo.
Sólo te pido una cosa más...

Give me a fever night in the Ondarra in Xmas! :)

(Y que me aguantes el mes y medio de la aventura, pero eso sé que está asegurado.)

martes, 8 de diciembre de 2009

Y la cordura ¿dónde está?

El puente ha terminado, esto quiere decir que ya está a la vuelta de la esquina, la señora rutina.
El lunes, por fin, pude quedar con alguien a quien hacía demasiado tiempo que no veía.
Como siempre, y para no variar, nuestro encuentro fue de lo más productivo.

Igual es el ambiente idílico en el que vivimos en esta villa medieval, o simplemente es que somos dos mujeres demasiado nostálgicas, pero comenzamos a hablar sobre los que ya no se encontraban entre nosotros, por razones físicas o por otro tipo de razones más banales.

Cuando alguien se muere, ¿qué queda en nosotros? Me refiero, a qué sentimiento produce en nosotros. Después de tener la desgracia de haber podido comprobar esto en un terreno cercano en este último año, me he dado la cuenta de que la gente responde de maneras un tanto extravagantes tras la pérdida de algún individuo más o menos cercano a su entorno.

Me explico, si es de un entorno muchísimo más cercano, entiendo la tragedia que puede llegar a provocar la pérdida de alguien muy querido, entiendo en cierto modo la extravagancia, aunque no la comparta.
Pero ¿qué clase de tragedia puede ser esa pérdida para alguien que no se hablaba con el afectado hace años? Pues, viendo lo visto, una tragicomedia de primera.

Subir fotos a Tuenti para celebrar cumpleaños que ya no se harán realidad, comentarios absurdos de cómo se encuentra, ¿qué contestación esperan? Nada, pues aquí ando, muerto de frío?; repartir la contraseña de todas las redes sociales de las que era partícipe el difundo, y me pregunto yo, ¿para qué todo esto? ¿Para que alguno se de un susto de muerte al verle conectado?

Lo siento, pero yo no comparto todo esto. Demasiado absurdo. ¿Dónde está la cordura?
El espectáculo que se lo dejen al séptimo arte.
Entierros limpios de actores/actrices de serie B, por favor.

domingo, 6 de diciembre de 2009

¿A quién se la harías?

Si tuvieras que hacerle una entrevista a alguien, ¿a quién se la harías?

Así comenzó un profesor, hace algo más de un mes, su hora lectiva, mi última hora lectiva del día.

Claro, que la decisión que tomáramos iba a tener más consecuencias de las que podíamos presagiar en aquel momento.

A las 7 de la tarde, ya tienes pocas ganas de pensar, poco ánimo, el cansancio de un día entero haciendo vida en la universidad es algo que puede acabar siendo estresante, y todo esto acumulado puede acarrear una mala decisión, y luego un cargo con las consecuencias.

Avisada estaba de la idea del profesor, que ya la había manifestado a otra clase y me lo habían comentado. Pero, hacer caso omiso de lo que se me dice, es algo que siempre ha sobrepasado a mi consciencia. Y en el fondo, me encanta hacerlo. Sólo hacer caso a mis instintos o corazonadas, porque no siempre salen bien paradas, pero soy feliz retándome hasta qué punto tengo razón en lo que creo/pienso acerca de algo.

Folio en blanco. Y 10 minutos para pensar el resultado a aquella pregunta.

Podíamos hacer la entrevista a quién quisiéramos, sin límite.

Desde el segundo 1 se me pasó un nombre por la cabeza.

Comencé a sopesar la contrapartida de hacer la entrevista a esa persona.

Tenía más desventajas que ventajas. Pero, era algo que llevaba pensando desde niña.

Aunque las ventajas que traía, para mí eran valiosas, era una manera de despejar interrogantes que siempre tuve sobre mi entorno.

Él no nos dijo algo, que no era ficticio, que debíamos hacerlo realidad, no sólo desearlo.Supuestamente, yo jugaba con ventaja, porque ya sabía ese dato.

Pero en los momentos decisivos, cuando no hay tiempo que perder, nunca pienso consecuencias, sólo actúo. Resumiendo, en el momento de calentón, nunca pienso. (Así me va...jajaj)

Acabé poniendo lo que tenía en la cabeza desde el primer momento. Arnaldo Otegi.

Intente rehacer mis pasos,y tras la entrega del papel, fui a hablar con el profesor. Le dije mi problema, que se encontraba en al cárcel, y que a ver cómo iba a ir yo hasta allí. Recibí como respuesta una negativa a mi oferta de un nuevo entrevistado. Y la sabia enseñanza, (que por ahora no ha sido aprendida), que todo lo que hacemos en nuestra vida tiene consecuencias, que hay que ser responsables de nuestros actos, debemos pensar un poco más antes de hacer las cosas, y cuando ya están hechas, no arrepentirse de nada e ir a por ellas hasta el final.

Seguramente ahora, si me volvieran a hacer la pregunta de marras, no contestaría lo mismo, no por la dificultad de contactar con el personaje en cuestión, que es difícil pero no imposible, sino por la cantidad de interrogantes que albergo sobre tanta gente que me rodea.

Estas preguntas, seguramente, las dejaré para sus momentos etílicos, que parece que es cuando la gente es más sincera, ¿o no?. No estoy muy de acuerdo con el dicho popular de que “los únicos que dicen la verdad son los borrachos y los niños”. Conozco a muchos niños, que si no mentirosos, no dicen toda la verdad, al igual que los borrachos.

P.D.: Todo aquel al que le gustaría realizar una pregunta ( o varias) a Arnaldo Otegi que las deje por escrito en un comentario o que me las comunique en privado, y se intentará hacer su deseo, realidad.