viernes, 23 de abril de 2010

Eitb, ¿y el futuro ya no soñado?

Aquí estamos una vez más, por otro trabajo de clase, claro estaba, que a estas alturas de la vida no me sobra mucho el tiempo como para escribir por estos lares por simple placer narrativo.
Esta vez la culpa la ha tenido la asignatura de documentación informativa.

El trabajo en cuestión consistía en ir a visitar un centro de documentación y dar respuesta a todos los interrogantes que nos pudieran surgir sobre el mismo.

En el momento que nos dijeron dónde podíamos ir, pensamos primeramente en la Eitb, no sabría decir porqué, pero después de haber ido, si podría retroceder en el tiempo, seguramente no tomaría la misma decisión.

Creo que escogí aquel lugar, porque desde la humilde perspectiva de la que disfrutaba en mi infancia, siempre tuve la esperanza y las ganas de trabajar en la Eitb, por eso, es aún el día que siempre que surge alguna oportunidad de visitarla, me dispongo a ello sin dudarlo en demasía.

Las perspectivas cambian con el paso de los años y de la vida, y lo de trabajar en la Eitb deja de ser la meta más alta que crees que podrías alcanzar en tu vida, o deja de ser el trabajo más deseado estar 8 horas sentado frente la pantalla de un ordenador, porque de ser así mi futuro, no distaría mucho de lo que vivo actualmente. Siendo la única diferencia que sentándome en las sillas de esa entidad, algún euro entraría en mi bolsillo, y ahora salen todos a raudales.