viernes, 27 de noviembre de 2009

Hasta las manchas difíciles salen a la luz...

Para no perder la costumbre que estoy adquiriendo últimamente, seguiré hablando sobre dichos populares y los reconduciré para darles un nuevo enfoque en nuestra vida diaria.

Si ayer hablé del clavo ardiendo, que simbolizaba la vana esperanza que a veces, se pone en algo, alguien o algún proyecto vital que, parecía tener escrito un buen final pero que se va torciendo de su itinerario, por razones desconocidas y por explicaciones que nunca serán encontradas, hasta llegar a un puerto no deseado.
Hoy nos dedicaremos a las pérdidas, de objetos, símbolos, sentimientos o personas.

Nunca te darás cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes.


Gran verdad, que solía decirme mi abuela a temprana edad, pero, con el tiempo y la experiencia que te dan los palos en la vida, no sólo debe ser encauzada de la manera habitual del refranero español.

Sólo te darás cuenta de como eran, qué tipos de personas eran, los que te acompañaban en el camino, cuando dejen de hacerlo.

Invito a hacerse esta reflexión a todos los que lean estas lineas.
Pensemos...
En verdad, ¿era tan imprescindible todo aquello?
¿Es necesaria tanta gente con definiciones de amistad erróneas?
A éstos, les aconsejo la compra de un pequeño pero robusto libro, muy didáctico, y que les hará mucho servicio en este tipo de casos, el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, que también tiene su hueco en la red, para los más vagos, conectados o simplemente, tacaños como para comprar un ejemplar de esas características. http://www.rae.es/rae.html

¡Hagámos sólo una acepción para todos! Así todos tendremos claro a que nos exponemos cuando utilizamos la palabra amigo para definir a alguien vinculado a nosotros de una determinada forma, en alguna etapa de nuestra vida.
Esta es la que nos ofrece la anteriormente citada academia en el diccionario panhispánico de dudas:
amigo -ga. ‘Que tiene afecto o inclinación por alguien o algo’.

¿Realmente creemos que hay personas/objetos imprescindibles?
Objetos en mi opinión si, porque, al menos, no me van a dejar tirada.

En la repetida hasta la saciedad pregunta ¿Qué / A quién te llevarías a una isla desierta?
Yo tendría demasiado clara la respuesta a dar: El Ipod relleno de suculenta música, unos buenos auriculares de esos que te tapan todas las orejitas, numerosos libros, papel, boligrafos negros y alcohol, para hacer que las percepciones mermen y salga todo lo guardado adentro durante mucho tiempo, para ser traspasado al papel de una manera diferente.

Los imprescindibles no existen. El mejor amigo existe, somos nosotros mismos.
Nuestra propia inteligencia, saber hacer...

Pero, el mejor amigo enfocado como otra persona, ni sería perfecto, ni existe. Es otra utopía más vendida por la maravillosa Institución Eclesiástica, Cristiana, Apostólica y Romana.

Cada día odio más las interrelaciones sociales con el entorno con el que me ha tocado convivir, cada momento que pasa son menos deseadas el 99,9% de ellas, y además aumentan sobremanera diariamente...

Sólo quiero decir una cosa más.
Para los dichosos de tener una memoria pez y con rápidos cambios de acepciones y pareceres...

"Recordemos todo lo que hacemos en nuestra vida, no contradigamos nuestras acciones presentes con nuestros pasados actos, ya que siempre dejamos pruebas por medio.
Todo tiene un porqué aunque no se quiera sacar a la luz en algún momento, saldrá, con el tiempo todo sale, hasta las manchas difíciles".

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